Hay altavoces más potentes, más grandes, estilizados y caros
pero este Panda se lleva de calle a los que les gusta poner un detalle
desenfadado en su vida. Por no hablar de los más pequeños que tratarán de jugar
de con él al mínimo descuido. En la panza tiene una dock station para conectar
el iPhone o el iPod y cargarlo al mismo tiempo que reproduce la música. También
es compatible con el iPad, los smartphones y los reproductores MP3 mediante una
conexión auxiliar.
Si la intención es llevarlo de un lado a otro, lo mejor es
ponerle las cuatro pilas que necesita para disponer de total libertad de
movimientos. Para los momentos más tranquilos cuenta con un cargador de
corriente para alimentar los altavoces y el iPhone.
Tiene detalles de diseño muy simpáticos como el espacio en
la barriguita que se levanta fácilmente para descubrir la estación base para el
iPod o el iPhone. El control de volumen se encuentra bajo las orejas, se activa
con un ligero toque y la nariz se ilumina cuando está en funcionamiento.
La calidad de sonido es buena para un dispositivo que tiene
un ajustado precio de 59,90 euros.
Mi animal favorito y además muy barato. Me lo pienso comprar cuanto antes.
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