La pintura mágica de Kimbra, pura inteligencia musical

Excelente talento emergente el de Kimbra. A principios de 2011 se presentó al gran público con su disco titulado 'Vows' (Promesas). Pero su espaldarazo está siendo el dúo con el compositor Gotye en el tema ‘Somebody that I used to know’. Si bien la cantante neozelandesa ya ha dejado buena muestra de su talento con las canciones ‘Cameo lover’, ‘Good intent’ y la inteligente ‘Settle down’.

No estamos ante un fenómeno pasajero puesto que Kimbra canta desde los 10 años y es toda una estrella en Nueva Zelanda. Fue elegida cuando tan sólo contaba 12 años para interpretar el Himno Nacional Neozelandés en la final de la liga de Rugby, deporte rey por aquellos lares.

Su pasión por la música no le viene de familia ya que sus padres trabajan en el ámbito de la sanidad pero desde muy temprana edad mostró dotes para la composición y el canto. Motivo por el que sus padres decidieron dar alas al talento natural de la pequeña Kimbra regalándole una guitarra. A los 10 años comenzó a escribir sus primeras letras y a los 12 años "después de unos pocos años de lecciones, se encontraba interpretando música con su maestro de guitarra", según comenta su padre. Años más tarde, gana el premio ‘Juice TV’ al mejor video musical por la canción 'Simply on my Lips'.

Es una cantante autodidacta ya que jamás ha recibido lecciones de canto. Por eso, sorprende mucho la intensidad y el registro de sus impecables giros interpretativos. Se percibe el gusto por Nina Simone, Björk o Kate Bush, de las que sin duda ha aprendido arriesgadas técnicas vocales.

Kimbra Johnson nació el 27 de marzo de 1990, es compositora e instrumentista nativa de Hamilton, Nueva Zelanda. También estudió pintura en la escuela de arte aborigen Hermannsburg, por lo que no es de extrañar los elaborados dibujos corporales de su disco así como de los vídeoclips ‘Somebody that I used to know’ y 'Two way street'. Se piensa que estos dibujos tienen influencias mágicas sobre los lugares donde se realizan. Es un arte de tradición milenaria y los motivos representados relatan leyendas del "Tiempo del sueño" de los aborígenes.