Pocos inventos resultan tan revolucionarios por su tecnología verde como estos patines impulsados por baterías que se recargan en cualquier enchufe. Con una autonomía de casi cinco kilómetros se adaptan a cualquier tipo de zapato sin utilizar combustible o generar emisiones nocivas. Vienen con un mando a distancia que se coloca en la cintura o cruzado desde el hombro al pecho gracias a unas tiras ajustables. Utilizando el mando es posible aumentar o disminuir la velocidad e incluso parar ante cualquier obstáculo sin necesidad de frenos, aunque también dispone de ellos. Alcanza los 14 kilómetros por hora si la persona pesa 81 kilos o menos. No requiere tomar impulso con los pies para iniciar la marcha.
La gran diferencia con los patines tradicionales es que no hace falta balancearse o mover las piernas, más bien al contrario, la postura ideal es colocarse totalmente erguido, y con una pierna por delante de la otra, para mantener la estabilidad más fácilmente. Se pueden utilizar tanto al aire libre como en recintos cerrados. La batería tarda unas cuatro horas en recargarse y son extraíbles para sustituirlas, si se necesita más autonomía, ya que se venden por separado. Tiene un precio de 525 euros que incluye el par de patines, un juego de baterías de litio y un mando a distancia inalámbrico.
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