Desde luego ofrece una experiencia tan divertida y fácil de utilizar similar a los modelos de hace algunos años. Basta con encuadrar, apuntar y disparar para ver el resultado en segundos sobre el papel fotográfico. Ahora además es posible comprobar las fotos en la pantalla LCD de 2,7 pulgadas para no desperdiciar el precio soporte papel. Una vez seleccionas las que más gustan se imprimen en el clásico formato 3×4. La ventaja añadida es que además se pueden guardar para siempre en alta resolución en la tarjeta de memoria SD que viene incluida.
El completo menú de edición que incorpora hace posible incluso editar las fotos por si fuera necesario alguna pequeña corrección o bien darles salida con ese toque clásico de siempre.
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