Esta bicibleta es producto de una apuesta por el estilo de los modelos típicos de los años 70 y 80. La empresa holandesa Moosach cree que el diseño de aquellos años resulta muy funcional y práctico para la mayoría de la gente hoy en día. Creen que hay muchas personas que no necesitan de complejas cajas de marchas con multitud de piñones y sistemas de control. Al margen de los profesionales del ciclismo, la mayoría de los ciclistas de ciudad prefieren un modelo vintage que les permita circular con estilo y comodidad entre su casa y la oficina o durante los paseos de fin de semana.
Precisamente, en esos pequeños detalles radican las mayores virtudes de una bicicleta pensada para el entorno urbano con una estructura muy ligera pero resistente y unas formas sencillas y auténticas. Además, está fabricada con materiales que se pueden reciclar y es capaz de ofrecer un excelente comportamiento en cualquier terreno.
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