La maleta está moldeada por inyección de policarbonato compuesto de ABS, que es el mismo material usado en el parachoques de automóviles. Este material proporciona una mayor protección ante fuertes golpes o altas presiones. Los cierres están unidos con bisagras de acero reforzado y remachadas para mayor consistencia en aluminio.
Es uno de los primeros modelos de este tipo disponibles en el mundo. La asistencia de energía se activa cuando detecta una fuerte rampa o cuando se extrae levemente el asa hacia fuera unos 15 o 30 grados. Los sensores del mango controlan la cantidad de fuerza que se utiliza en cada momento para tirar de la maleta. En cuanto detecta que el esfuerzo supera el nivel óptimo programado, activa los motores eléctricos en las ruedas para favorecer al máximo la comodidad del transporte. La asistencia de encendido se inicia sólo cuando la maleta está en movimiento y se desactiva automáticamente al detectar desniveles o rampas descendentes, lo que le permite controlarla como equipaje rodante tradicional.
Debe de contener al menos siete kilos de peso en su interior para que la asistencia de energía funcione eficazmente, aunque su capacidad total es de 32 kilos. La batería integrada tiene una autonomía de más de horas de uso continuo o, el equivalente, una distancia de tres kilómetros tras una carga completa. Se recarga a través de un adaptador de corriente eléctrica estándar que viene incluido. Tiene un tiempo de recarga de cuatro horas.
Las dimensiones de la maleta autopropulsada son de 82x 50x 33,5 centímetros y tiene un peso vacía de diez kilos, debido, en buena medida, a su consistente estructura y al dispositivo de autopropulsión.
La maleta de Hammacher Schelemmer cuenta con garantía de por vida y tiene un precio de 999 euros.
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