La tendencia de este año en cuanto a teles para el hogar está clara: se acabó lo de las televisiones planas. El presente y probablemente el futuro del sector estará basado en modelos con pantallas curvas que suplen la distorsión visual que se produce con los tradicionales. Este diseño ergonómico con una suave flexión hacia en el interior hace posible que la totalidad de la superficie de la pantalla esté a la misma distancia de los ojos.
Uno de estos primeros televisores con pantalla curvada es el LG EA9800 con tecnología patentada WRGB, destaca por una delgada pantalla OLED de diseño curvo, así como por una gran calidad de imagen. Cuenta con soporte total de las características de Cinema 3D y el diseño curvo evita la pérdida de los detalles que se producen en los laterales de la imagen con las teles planas.
“LG es el primero en lanzar el televisor OLED de 55 pulgadas”, según palabras de Havis Kwon, Presidente y CEO de la división de Home Entertainment de LG Electronics. “Creemos que nuestros nuevos televisores OLED ofrecen la mejor experiencia de visionado. De hecho, superan todo lo que se ha visto hasta ahora. Este nuevo modelo curvo complementa la familia de equipos con un diseño único, que se aprovecha de la delgadez de la pantalla y la belleza del televisor OLED”.
Este modelo también dispone de tecnología WRGB que permite mostrar unas imágenes muy vivas y realistas. El exclusivo sistema de píxeles de cuatro colores dispone de un subpíxel blanco, que trabaja junto con los convencionales rojo, verde y azul para crear un color y tonos mejorados.
Al estar equipado con diodos orgánicos, que generan su propia luz, no es necesaria la retroiluminación. Esto hace posible que el cuerpo del televisor gane en elegancia y minimalismo. Al estar fabricado en fibra de carbono reforzada en plástico es muy resistente y, lo que es más importante, se nota en un grosor y peso considerablemente menor que los modelos de pantalla plana. El delgado marco propicia un mayor disfrute tanto del visionado en 2D como 3D.
Además, cuenta con una tecla táctil debajo de la pantalla para controlar las funciones básicas del televisor, como cambiar el canal, el volumen o encender y apagar el aparato, si no se tiene a mano el mando a distancia.
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