Cuando el programador soviético Alekséi Pázhitnov diseñó el videojuego Tetris, en junio de 1984, no imaginaba que se convertiría en uno de los más vendidos de la historia. El éxito de este sencillo juego ha traspasado fronteras y culturas hasta convertirse en un pasatiempo universal. La mecánica del juego no podía ser más sencilla: apilar diferentes bloques de colores hasta completar el máximo número de líneas para que, a su vez, se vayan eliminando cuando se consigue colocarlas de la forma correcta.
Lo más sorprendente ha sido cómo ha pervivido todos estos años reciclándose en las más diversas plataformas de juegos hasta llegar a colarse en los teléfonos móviles y tabletas. Se calcula que sólo entre los años 2005 y 2010 se vendieron más de cien millones de copias del juego exclusivamente para teléfonos móviles.
Su nombre proviene del prefijo numérico griego 'Tetra' ya que todas las piezas del juego contienen cuatro segmentos. Es uno de los juegos más versionados junto con el clásico las 'Torres de Hanoi'. Y ambos son considerados como fundamentales para iniciarse en lenguaje máquina por los programadores de videojuegos.
Asociados al mito recreativo han surgido gran cantidad de productos paralelos. Lo último es esta original luz de mesa que se compone de las típicas piezas pero con unos Leds luminosos en su interior. El sistema de encendido es casi mágico puesto que se activan al entrar en contacto la superficie externa de una con la de las otras. El aliciente, además de tener un icono de la historia de los videojuegos en una mesa de la casa, es que hace posible construir y 'deconstruir' una lámpara de estilo retro en cientos de combinaciones posibles.
La lámpara Tetris consta de 7 luces diferentes que se pueden poner juntas de todas las formas imaginables. Vienen con un transformador de pared que se conecta a una pieza base y que al entrar en contacto con las otras, las activa. Para apagarla, basta con retirar las piezas que se deseen y disminuir así la intensidad de la luz, o bien apretar un pequeño interruptor que se encuentra en la parte posterior de la base.
Tiene un precio de 39 euros y unas dimensiones de 21x29x5 centímetros. Contiene todas las piezas típicas del juego original, desde el cuadrado, la Z, la L, la T, hasta la alargada en forma de palo y, por supuesto, también todos los colores: azul, rojo, amarillo, verde, naranja y magenta.
Diversos estudios afirman que la primera vez que se juega al Tetris, las funciones y actividad del cerebro se incrementan. Realizar varias partidas semanales aumenta la velocidad de razonamiento, permitiendo incluso visualizar y solucionar problemas diarios sin necesidad de pensarlos. Esto lo perfila como un juego sumamente lógico que ayuda a elevar el proceso mental.
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