El material del que están construidas es madera de arce ya que es precisamente de ese tipo de madera de la que está compuesto un monopatín. Este material es muy gratificante de trabajar porque es robusto y flexible a la vez. Además, la capa de resina de las tablas otorga a las gafas un matiz natural que ofrece infinidad de combinaciones de color según la iluminación que incida sobre ellas.
La colección es única y limitada, además de respetuosas con el medio ambiente. Cada modelo tiene su propia historia, conservando los colores originales del monopatín del que formó parte. Las cincuenta gafas vienen numeradas y adjuntan información sobre el skater al que perteneció la tabla reciclada, con una foto polaroid de la placa original y datos y logros del campeón que la llevó. Las lentes son polarizadas CR39 y fabricadas por la prestigiosa marca alemana Carl Zeiss. Forman parte de una colaboración exclusiva y original, entre Quiksilver y Vuerich B, promovida por el skateboarder profesional Javier Mendizábal.
Además de ser ecológicas tienen una dimensión solidaria ya que parte de los beneficios generados por su venta se donarán a la ONG Skateistan, una asociación que ha creado el primer parque dedicado al skate en Afganistán, y que ahora trabaja en proyectos educativos relacionados con el skateboard en Camboya.
Las Quicksilver Griffin by Vuerich B están disponibles al precio de 295 euros.
Además de ser ecológicas tienen una dimensión solidaria ya que parte de los beneficios generados por su venta se donarán a la ONG Skateistan, una asociación que ha creado el primer parque dedicado al skate en Afganistán, y que ahora trabaja en proyectos educativos relacionados con el skateboard en Camboya.
Las Quicksilver Griffin by Vuerich B están disponibles al precio de 295 euros.
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