Grand Piano es la tercera película del director Eugenio Mira, tras 'Birthday' y 'Agnosia'. Se trata de una obra de suspense al más genuino estilo clásico. Con una marcada influencia de Hitchcock, en el argumento y el tratamiento, es un film de impecable factura, a la altura del mejor cine internacional.
El guión es obra de Damien Chazelle, y tiene una curioso origen detrás, por la forma en que llegó a las manos de Mira. Tres amigos, el realizador Rodrigo Cortés, el actor Ryan Reynolds y el productor Adrián Guerra, fueron los 'culpables' de que esta historia se convirtiera en imágenes. Los tres, implicados en la brillante y poco convencional 'Buried', que tanto éxito cosechó en taquilla, pese a estar constreñida a las dimensiones de un ataúd, y las mínimas evoluciones que puede desplegar el hombre que hay encerrado dentro. Como curioso paralelismo, aunque no tan limitado, la acción de Grand Piano transcurre por completo en el interior de una sala de conciertos. En concreto, en el fantástico y moderno Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria. Si bien, los efectos digitales, que recrean un teatro lleno de público, pertenecen a un decorado con escenario, palcos y foso orquestal, que se montó en Tarrasa. Los exteriores son de la ciudad de Chicago, donde se localiza la acción. En total, la película se rodó en el tiempo récord de tan solo 44 días, con un presupuesto muy ajustado.
El protagonista, Tom Selznick, está interpretado por el pequeño, pero siempre eficaz, actor norteamicano Elijah Wood. A su lado, importantes nombres como John Cusack, Kerry Bishé, Tamsin Egerton, Alex Winter y Dee Wallace, a la que muchos recordarán por su papel de madre de Elliot, el niño protagonista de la película E.T., de Steven Spielberg.
Grand Piano es un 'thriller' moderno, con costuras al más puro estilo Hollywood de mediados del siglo XX, cuando buena parte de las producciones, se cuidaban tanto como merecen las obras destinadas a pasar a la historia, como parte de este arte en movimiento que conocemos como Cine.
El guión es obra de Damien Chazelle, y tiene una curioso origen detrás, por la forma en que llegó a las manos de Mira. Tres amigos, el realizador Rodrigo Cortés, el actor Ryan Reynolds y el productor Adrián Guerra, fueron los 'culpables' de que esta historia se convirtiera en imágenes. Los tres, implicados en la brillante y poco convencional 'Buried', que tanto éxito cosechó en taquilla, pese a estar constreñida a las dimensiones de un ataúd, y las mínimas evoluciones que puede desplegar el hombre que hay encerrado dentro. Como curioso paralelismo, aunque no tan limitado, la acción de Grand Piano transcurre por completo en el interior de una sala de conciertos. En concreto, en el fantástico y moderno Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria. Si bien, los efectos digitales, que recrean un teatro lleno de público, pertenecen a un decorado con escenario, palcos y foso orquestal, que se montó en Tarrasa. Los exteriores son de la ciudad de Chicago, donde se localiza la acción. En total, la película se rodó en el tiempo récord de tan solo 44 días, con un presupuesto muy ajustado.
El protagonista, Tom Selznick, está interpretado por el pequeño, pero siempre eficaz, actor norteamicano Elijah Wood. A su lado, importantes nombres como John Cusack, Kerry Bishé, Tamsin Egerton, Alex Winter y Dee Wallace, a la que muchos recordarán por su papel de madre de Elliot, el niño protagonista de la película E.T., de Steven Spielberg.
Grand Piano es un 'thriller' moderno, con costuras al más puro estilo Hollywood de mediados del siglo XX, cuando buena parte de las producciones, se cuidaban tanto como merecen las obras destinadas a pasar a la historia, como parte de este arte en movimiento que conocemos como Cine.
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