El que fuera uno de los juguetes estrella del año 2000, ha evolucionado hacia un muñeco cada vez más interactivo y juguetón. Trece años después, llega la tercera generación de este compañero de juegos con unos ojos muy llamativos, formados por panales LED, capaces de cambiar la expresión ocular o mostrar símbolos alusivos a las interacciones con los pequeños de la casa. Su pequeño cuerpo, que ha visto reducido aún más sus dimensiones respecto al modelo original, es de colores muy llamativos y, en algunos casos, viene rematado con una cresta de color amarillo, que le da un toque 'punk'. A esto hay que añadir que las orejas, patitas, y el contorno de los ojos, suele ser de otro color diferente al del cuerpo, con lo que visualmente actúa como un imán para los pequeños, que se sienten atraídos a acercarse al Furby.
Sin embargo, los mayores avances se encuentran en su interior. Debajo del suave pelo que le sirve de abrigo, se esconde la avanzada ingeniería que hace del nuevo Furby, un compañero de juegos más interesante que sus versiones anteriores. Los parámetros de la inteligencia artificial que se le han aplicado, se han mejorado notablemente, para adopte un rol en función del uso. Precisamente, en este aspecto, es en el que se han realizado los mayores avances, ya que cada Furby desarrolla su propia 'personalidad', en función del tipo de cosas que se hagan con él. Así, con el paso de los días y de los juegos, la mascota interactiva se irá mostrando algo más mimoso, bromista, malhumorado, curioso y, en algunos casos, hasta un punto divo.
Es posible realizar gran cantidad de actividades, como darle de comer, hacerle cosquillas, abrazarle, aprende palabras y algunas construcciones simples, aunque sigue hablando en su propio idioma 'furbish'. Los LED animados de sus ojos, también ofrecen pistas sobre el estado en el que se encuentra, ya que posee indicadores específicos para demostrar si está contento, enfadado, triste, tiene hambre o sueño.
El precio del nuevo Furby ronda los 75 euros, y cuenta además con una aplicación gratuita, que se puede descargar desde el iTunes Store de Apple y el Play Store de Google, para controlar algunas funciones desde el smartphone Android y el iPhone o el iPad.
Sin embargo, los mayores avances se encuentran en su interior. Debajo del suave pelo que le sirve de abrigo, se esconde la avanzada ingeniería que hace del nuevo Furby, un compañero de juegos más interesante que sus versiones anteriores. Los parámetros de la inteligencia artificial que se le han aplicado, se han mejorado notablemente, para adopte un rol en función del uso. Precisamente, en este aspecto, es en el que se han realizado los mayores avances, ya que cada Furby desarrolla su propia 'personalidad', en función del tipo de cosas que se hagan con él. Así, con el paso de los días y de los juegos, la mascota interactiva se irá mostrando algo más mimoso, bromista, malhumorado, curioso y, en algunos casos, hasta un punto divo.
Es posible realizar gran cantidad de actividades, como darle de comer, hacerle cosquillas, abrazarle, aprende palabras y algunas construcciones simples, aunque sigue hablando en su propio idioma 'furbish'. Los LED animados de sus ojos, también ofrecen pistas sobre el estado en el que se encuentra, ya que posee indicadores específicos para demostrar si está contento, enfadado, triste, tiene hambre o sueño.
El precio del nuevo Furby ronda los 75 euros, y cuenta además con una aplicación gratuita, que se puede descargar desde el iTunes Store de Apple y el Play Store de Google, para controlar algunas funciones desde el smartphone Android y el iPhone o el iPad.
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