El fabricante Razer, especializado en equipos informáticos de diseño, ha lanzado una iniciativa destinada a comercializar un ordenador de sobremesa modular. La intención es conseguir que la vida útil del PC aumente de forma considerable. Lo que el fabricante ha denominado Proyecto Christine, consiste en un nuevo concepto de caja estructural para equipos informáticos, basado en un sistema modular, que hace posible crear y montar ordenadores con cualquier tipo de configuración, sin ningún conocimiento técnico.
La configuración la decide el usuario, en función de sus necesidades, simplemente instalando módulos que contienen una CPU, diversos sistemas de memoria o soportes de almacenamiento, así como todo tipo de componentes como unidades de disco, DVD, o tarjetas de memoria. La compañía está adaptando y configurando dichos módulos, para que resulte tan básico, que sea posible montarlas sin necesidad de asistencia técnica, y sin problemas de compatibilidad. De este modo, cuando un componente se estropea, o se queda obsoleto, solo es necesario quitarlo y poner uno más avanzado en su lugar.
Christine se encarga de sincronizar automáticamente los componentes elegidos por cada persona, según sus necesidades, sobre una arquitectura PCI Express. Los módulos se conectan a la columna vertebral del PCI, en cualquier orden y combinación sin problemas. Además, funciona con múltiples sistemas operativos, diferentes tarjetas gráficas, e incluso, fuentes de alimentación.
El director de diseño de Razer, Min Liang Tan, ha explicado que aunque el sistema está pensado para equipos destinados a los videojuegos, también "va a revolucionar la forma en la que los usuarios ven el PC tradicional". A lo que ha añadido, que este sistema "permitirá no tener que volver a comprar un nuevo ordenador nunca más".
La configuración la decide el usuario, en función de sus necesidades, simplemente instalando módulos que contienen una CPU, diversos sistemas de memoria o soportes de almacenamiento, así como todo tipo de componentes como unidades de disco, DVD, o tarjetas de memoria. La compañía está adaptando y configurando dichos módulos, para que resulte tan básico, que sea posible montarlas sin necesidad de asistencia técnica, y sin problemas de compatibilidad. De este modo, cuando un componente se estropea, o se queda obsoleto, solo es necesario quitarlo y poner uno más avanzado en su lugar.
Christine se encarga de sincronizar automáticamente los componentes elegidos por cada persona, según sus necesidades, sobre una arquitectura PCI Express. Los módulos se conectan a la columna vertebral del PCI, en cualquier orden y combinación sin problemas. Además, funciona con múltiples sistemas operativos, diferentes tarjetas gráficas, e incluso, fuentes de alimentación.
El director de diseño de Razer, Min Liang Tan, ha explicado que aunque el sistema está pensado para equipos destinados a los videojuegos, también "va a revolucionar la forma en la que los usuarios ven el PC tradicional". A lo que ha añadido, que este sistema "permitirá no tener que volver a comprar un nuevo ordenador nunca más".
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