Los primeros en atreverse a llevar la impresión 3D al sector de la construcción han sido los chinos. La empresa Winsun comercializa casas a la carta, con piezas impresas en 3D, a precios que rondan los 4.500 euros. El tamaño de la impresora es de proporciones colosales -150x10x6,5 metros-, pero lo mejor es que los materiales que utilizan como materia prima tienen una consistencia similar al hormigón, aunque más ligero y manejable. La mezcla ideal se controla con un software que equilibra los residuos con cemento y fibra de vidrio para que los bloques sean de alta durabilidad, que son muy fáciles de montar. La máquina es capaz de 'imprimir' hasta diez casas de 200 metros cuadrados en un día. Finalizado el proceso, las paredes, compuestas por un aglomerado de tiras de la mencionada mezcla, pueden personalizarse con acabados realizados en otros materiales o bien pintarla en diferentes colores.
La empresa tiene registradas un total de 77 patentes, implicadas en el proceso de impresión. Y para que el modo de construcción sea sostenible, ecológico y también muy rentable, espera alcanzar acuerdos con empresas que generen escombros y no sepan qué hacer con ellos. Tal es así, que han realizado un estudio que confirma que este sistema de construcción es hasta un 50% más barato siguiendo que el tradicional. Irónicamente, la mayor parte del material reciclado que se podría utilizar en un futuro cercano para levantar estas viviendas, puede proceder de los restos y escombros que generan las constructoras actuales. Por lo que se impone, como un excelente sistema para acabar con buena parte de la contaminación ambiental que genera el sector.
Winsun ofrece múltiples diseños diferentes para que cada persona pueda elegir una casa a su medida. El modelo básico consiste en una vivienda de 60 metros cuadrados que cuesta alrededor de 3.600 euros. Con este método, es posible construir hasta edificios de oficinas de mil metros cuadrados, que la impresora es capaz de replicar, desde planos digitalizados, en un par de días. Según, el propietario de Winsun, Xinhua Ma Yihe, "podemos imprimir edificios con cualquier diseño que nuestros clientes nos traigan, de forma muy rápida y barata".
Por el momento, Winsun cuenta con cuatro impresoras de este tipo, que utilizan una mezcla similar al hormigón, para construir las paredes capa a capa, con una calidad que nada tienen que envidiar a los edificios de ladrillo tradicional.
La empresa tiene registradas un total de 77 patentes, implicadas en el proceso de impresión. Y para que el modo de construcción sea sostenible, ecológico y también muy rentable, espera alcanzar acuerdos con empresas que generen escombros y no sepan qué hacer con ellos. Tal es así, que han realizado un estudio que confirma que este sistema de construcción es hasta un 50% más barato siguiendo que el tradicional. Irónicamente, la mayor parte del material reciclado que se podría utilizar en un futuro cercano para levantar estas viviendas, puede proceder de los restos y escombros que generan las constructoras actuales. Por lo que se impone, como un excelente sistema para acabar con buena parte de la contaminación ambiental que genera el sector.
Winsun ofrece múltiples diseños diferentes para que cada persona pueda elegir una casa a su medida. El modelo básico consiste en una vivienda de 60 metros cuadrados que cuesta alrededor de 3.600 euros. Con este método, es posible construir hasta edificios de oficinas de mil metros cuadrados, que la impresora es capaz de replicar, desde planos digitalizados, en un par de días. Según, el propietario de Winsun, Xinhua Ma Yihe, "podemos imprimir edificios con cualquier diseño que nuestros clientes nos traigan, de forma muy rápida y barata".
Por el momento, Winsun cuenta con cuatro impresoras de este tipo, que utilizan una mezcla similar al hormigón, para construir las paredes capa a capa, con una calidad que nada tienen que envidiar a los edificios de ladrillo tradicional.
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