martes, 17 de junio de 2014

Drones para jugar... y para otras cosas

Parrot, la compañía creadora de los drones domésticos, hace evolucionar sus máquinas voladoras para hacerlas más pequeñas, manejables y divertidas. La compañía francesa ha creado dos gamas de producto diferenciadas: una voladora, que también se desliza por suelos, paredes y techos; y otra terrestre, pero capaz de saltar, sortear todo tipo de obstáculos y resistir golpes. La voladora se llama Rolling Spider, cuesta 99 euros, y se mueve con gran estabilidad y rapidez, haciendo todo tipo de piruetas. La todo-terreno responde al nombre de Jumping Sumo, capaz de saltar alturas y distancias de hasta 80 centímetros, golpear objetos y correr a toda velocidad por todo tipo de terrenos.

El Rolling Spider es más estable que los modelos anteriores de la marca. Utiliza un acelerómetro de tres ejes y un giroscopio con otros tantos, para analizar cada movimiento con precisión. En caso de duda o pérdida de control, dispone de un piloto automático que rectifica la posición. La cámara vertical, además de para hacer fotos y almacenarlas en su memoria USB de 1 Giga, compara cada 16 milisegundos, la imagen del suelo para garantizar una velocidad estable en todo momento. Un ultrasonido, analiza también la altitud de vuelo hasta cuatro metros, y un sensor de presión, controla su altitud para no perder el rango de cobertura.

La estructura está fabricada en poliamida, y se vincula con el iPhone, iPad, o el smartphone o tableta Android, mediante Bluetooth. Puede equipar unas ruedas de fibra de carbono muy ligeras, que se fijan a la parte trasera del drone para convertirlo en un vehículo terrestre si se desea. Pero no se limita a correr por el suelo, sino que utiliza de forma inteligente el sistema de desplazamiento del aire, a través de sus hélices flexibles, para hacerlo por las paredes, e incluso, por el techo, como si fuera Spiderman.
Está disponible en color rojo, azul y blanco, y viene acompañado de multitud de pegatinas para personalizarlo a gusto. Funciona con una batería de polímero de litio de 550 mAh recargable. Lástima que no vengan dos incluidas en el pack aunque su precio no es elevado.

Lo mejor es que el control de los nuevos drones se ha simplificado considerablemente para que los puedan manejar incluso los niños. La aplicación gratuita 'FreeFlight 3' se puede descargar de la Apple Store, Google Play, y en septiembre también estará disponible para Windows. Una vez instalada, basta apretar el botón de despegue para que arranquen los motores, emprenda el vuelo, y se estabilice en el aire, en el caso del Rolling Spider. Con otro botón, se realiza automáticamente la maniobra de aterrizaje.
Por su parte, Jumping Sumo corre a una velocidad de 2 metros por segundo, y es capaz de hacer giros instantáneos de 180 grados. Las robustas y amplias ruedas retractables se agarran a todo tipo de superficies. Los brazos de los neumáticos se despliegan para dar mayor estabilidad al aumentar la velocidad, y se retraen en modo compacto, para mejorar la agilidad o recorrer caminos estrechos. El control se realiza vía WiFi, utilizando la aplicación FreeFlight 3 que previamente se ha instalado en el smartphone o tablet. Entre sus gracias más destacadas: puede girar en el aire al tiempo que salta, rodar en posición invertida para grabar con su cámara hacia el otro lado sin girarse, marcar el compás como si bailara, o empujar objetos golpeándolo con sus muelles.

Una prestación interesante, es que se le pueden programar una serie de movimientos que se guardan en un 'Plan de ruta', con itinerarios a realizar automáticamente por el drone. El Jumping Sumo está equipado con una cámara gran angular en la parte frontal que transmite imágenes al dispositivo de control, para proporcionar una sensación de inmersión tal, que parece que estemos dentro de él. Puede sacar fotos y grabar vídeos que se almacenan en un pequeño pendrive micro USB. Además, se la otorgado un componente emocional interesante ya que cuando está listo para jugar, los ojos brillan en color verde, mientras que cuando detecta algún problema o está llegando al límite de autonomía, se iluminan en rojo. También, hace diferentes sonidos, al estilo R2D2 de Star Wars, cuando está ocupado, tiene una mala caída, o se encuentra en situaciones difíciles.
Jumping Sumo está disponible en tres versiones: negro y rojo, blanco y negro, caqui y amarillo. Como el Rolling Spider incluye un kit de pegatinas para personalizarlo y su precio es de 159 euros.



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