El innovador concepto modular permite personalizar el móvil a las demandas de cada usuario como nunca antes pero, precisamente la incorporación de este avance, le hace esclavo de un diseño algo menos estilizado que las generaciones anteriores de la familia G. Sacrificio que asume LG en pos de un dispositivo capaz de potenciar las prestaciones de la cámara, el reproductor de sonido o la autonomía de batería, en función de los intereses de cada usuario.
El G5 funciona bajo la última versión del sistema operativo Android 6.0 Marshmallow, tiene un tamaño de 149,4x73,9 y un grosor que va de los 7,7 a los 8,6 si contamos con el prominente objetivo de la cámara. Además, en contra de lo que parece a primera vista, es un móvil muy ligero en mano que no pasa de los 159 gramos. Va a estar disponible en color dorado, plateado, tonalidad titanio y en rosa.
En cuanto a la configuración por componentes, el G5 destaca el procesador Qualcomm Snapdragon 820 con 4 Gigas de RAM, 32 Gigas de capacidad de almacenamiento y ranura microSD para acoplarle tarjetas de hasta 2 Teras. La cámara principal es de 16 megapíxeles y la cámara frontal de 8. La pantalla de 5,3 pulgadas es Quad HD IPS Quantum (2560x1440 y 554 dpi) y la batería es de 2.800 mAh.
La compañía surcoreana ha llevado su smartphone estrella a nuevas cotas de versatilidad en las que otros estaban desde hace tiempo pero no se han atrevido a poner en práctica. Como es el caso de Google que lleva años coqueteando con varios esperanzadores prototipos, y acciones como la adquisición de la división de telefonía móvil de Motorola, pero no sólo no fue así sino que acabó con la posterior venta de la división al fabricante chino Lenovo.
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